La edad, trabajos que implican movimientos muy repetitivos, llevar una vida sedentaria, el sobrepeso o el deporte intenso, pueden ser algunos de los factores que favorezcan la aparición de dolencias relacionadas con las articulaciones y que cursen con problemas.

Artritis

Artritis significa literalmente inflamación de las articulaciones (artr = articulación, itis = inflamación) Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas, incluyendo enfermedades que afectan los huesos, músculos, articulaciones y los tejidos que las sostienen. Provoca dolor y rigidez. Afecta a personas de cualquier edad. Los signos de advertencia de la artritis pueden incluir dolor, hinchazón (a veces), rigidez o dificultad para mover una articulación. Debe consultar a su médico si presenta estos síntomas durante dos o más semanas. Existen diversos tratamientos que permiten reducir el dolor y la rigidez.

No hay una prueba específica para diagnosticar la artritis. El diagnóstico depende del tipo de artritis que el médico sospeche e incluye elexamen del paciente y su historial clínico. A veces se necesitan una gran variedad de pruebas para llegar a un diagnóstico seguro.

El chasquido o ruido de las articulaciones y movimiento irregular de las mismas es común. El sonido que hacen se origina por burbujas de aire en el fluido sinovial, que es el líquido que rodea y lubrica sus articulaciones, y por la salida de ligamentos fuertemente apretados al saltar de un superficie ósea a otra. Mientras no se manifieste dolor, el ruido de las articulaciones es inofensivo. No obstante, no recomendaría “tronar” las articulaciones a propósito. Cuando el chasquido se acompaña de dolor o inflamación, usualmente indica algún problema mecánico o actividad de enfermedad en o alrededor de la articulación, tal como un cartílago desgarrado o desgastado. Si el ruido de las articulaciones se presenta con otros síntomas, consulte con su médico.

Artrosis u osteoartritis

Es la degradación del cartílago, tejido que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación.

Es la enfermedad reumática más frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada. En España la padece un 16% de la población mayor de 20 años, tres cuartas partes de la misma mujeres. En la artrosis, la superficie del cartílago se rompe y se desgasta, lo que provoca que los huesos se muevan el uno contra el otro y genera fricción, dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación llega a perder su forma original, y pueden crecer en ella espolones. Además, pueden desprenderse trozos de hueso y de cartílago, y flotar dentro del espacio de la articulación, lo que genera más dolor y daño.

La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo. No obstante, las más frecuentes son espalda, cuello, lumbar, cadera, rodilla, manos, trapecio-metacarpiana y pies. Tradicionalmente, el tratamiento farmacológico empleado ha sido únicamente sintomático, mediante analgésicos y antiinflamatorios.

Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad ósea que disminuye la densidad ósea, con deterioro de la estructura del hueso. La debilidad esquelética produce fracturas por traumatismos mínimos o inaparentes, en especial en la columna torácica y lumbar, la muñeca y la cadera. Es frecuente el dolor de espalda agudo o crónico. Se diagnostica mediante absorciometría radiológica con energía dual. La prevención y el tratamiento se realizan con suplementos de Calcio y vitamina D, ejercicios para maximizar la fuerza ósea y muscular y minimizar el riesgo de caídas, y fármacos que preservan la masa ósea o estimulan la formación de hueso nuevo.

Factores de riesgo, la presión, incluido el apoyo del peso, es necesario para el crecimiento del hueso, por lo que la inmovilización o los períodos sedentarios prolongados producen pérdida ósea. Las personas delgadas tienen más predisposición a la pérdida de masa ósea. Ingestas insuficiente de Calcio, Potasio y vitamina D en la dieta predispone a la disminución de masa ósea, al igual que las dietas hiperproteicas entre otras. El tabaquismo y el exceso de cafeína o alcohol también afecta en forma adversa a la masa ósea.

Tendinitis

Es la inflamación de un tendón. Produce dolor en la zona, pudiendo aumentar el tendón de calibre e inflamar la piel subyacente. Los más comunes son el de Aquiles y el bicipital. Suele producirse por sobreuso (movimientos repetitivos, en posturas inadecuadas), o por mal calzado en el caso de la tendinitis aquilea. También los esguinces, ejercicios inhabituales y microtraumatismos repetidos con suficiente intensidad para ocasionar lesiones sin rupturas.

Consejos para una buena salud articular

 

  • Mantén un peso adecuado. El sobrepeso puede generar molestias articulares y agravarlas cuando ya están presentes.
  • Haz ejercicio suave, con regularidad y con constancia. Es el secreto para mantener y mejorar la función de la articulación.
  • Vigila tu postura. Duerme en una cama plana, procurando que el colchón esté sobre una base dura, y siéntate con la espalda erguida y el respaldo adecuado, especialmente en el trabajo.
  • Evita la sobrecarga. Utiliza carritos para mover grandes pesos. Haz pequeños descansos cuando estés mucho rato de pie y practica ligeros estiramientos cuando hayas permanecido largo tiempo sentado.
  • Un calzado apropiado cuidará tus articulaciones. Usa un zapato que sea cómodo para el pie y firme en el apoyo. La suela debe amortiguar el impacto. En ocasiones, se requiere el uso de plantillas para mejorar el apoyo.
  • El frío ayuda a reducir la inflamación. El dolor de la articulación inflamada (roja y congestionada) suele aliviarse con la aplicación de frío en la zona (baños de agua fría, bolsas térmicas o hielo) o bien de cremas o geles refrescantes.
  • El calor alivia el dolor y la rigidez. La articulación entumecida o la musculatura contracturada también causan dolor, que se calma con esterillas eléctricas, bolsas de agua caliente o aplicando cremas o geles con acción calor.
  • Adopta hábitos dietéticos saludables. Los alimentos que te aportan grasa tipo omega 3 y vitamina C, además de otras vitaminas y minerales antioxidantes, contribuyen a mantener en forma las articulaciones.
  • Alimenta específicamente tus articulaciones. Los cartílagos sólo se construyen a partir de colágeno y componentes de cartílago. Por tanto, es necesario garantizar su aporte en la dieta habitual.
  • Los beneficios del agua. Las aguas termales, la hidroterapia o simplemente nadar alivian las molestias articulares y pueden contribuir a la mejora de tus articulaciones.

 

Tratamientos

En algunos casos, cuando la artritis es causada por una infección, la enfermedad se puede curar al detener la infección. Aunque, la mayoría de los tipos de artritis no se pueden curar, pero se pueden realizar tratamientos eficaces para reducir el dolor, la discapacidad y mejorar la calidad de vida de quien lo sufre.

Medicamentos: Existen múltiples medicamentos dependiendo del tipo de artritis que tenga. Su médico decidirá cuales son los mejores. Suplementos: Existen múltiples suplementos, lo mejor es con su médico. El sabe bien que suplementos son los correctos para usted. Terapia física y ocupacional: Estas incluyen el análisis y la corrección de problemas como levantar y llevar objetos u otras actividades de la vida diaria. Terapias complementarias: son alternativas que pueden desempeñar alguna función en un programa de tratamiento integral diseñado por usted y el profesional de la salud que lo atiende. Infiltraciones: Su objetivo es disminuir el dolor y acelerar el proceso de curación. Se suelen utilizar un resultado más rápido y duradero y para evitar los efectos secundarios de los medicamentos sistémicos. En la infiltración el medicamento va directo al sitio donde se requiere su acción, aparte de que es una técnica sencilla, con pocas complicaciones y que se puede realizar en el consultorio. Cirugía: Para la artritis puede tener múltiples fines. Su objetivo principal de la cirugía es aliviar el dolor asociado al daño de las articulaciones, cuando el resto métodos han fracasado. La cirugía se recomienda cuando la artritis provoca un dolor limitante y reduce su funcionamiento.